El duelo es una realidad que ha sido abordada desde el punto de vista espiritual, psicológico y filosófico. La razón es que la pérdida es algo tan cercano para todos los seres humanos que es inevitable vivirla en algún momento de la vida. Cuando una persona se encuentra en la situación de haber sufrido una pérdida surge la incógnita de cómo aliviar el dolor que genera la ausencia.

Se entiende por duelo al proceso que surge a partir de una pérdida significativa, que puede experimentarse por fallecimiento, separación, desaparición, cambios drásticos entre miles de casos que puedan llevar a una persona a entrar a este proceso tan complejo que no tiene un tiempo establecido para ser superado, cada persona necesita de un espacio distinto y particular para elaborar la situación o incluso para no lograr nunca superarla. Cada pérdida es distinta y tiene un significado diferente, es necesario ser sumamente paciente consigo mismo, y reconocer que no existen recetas mágicas.

Algunas de las características que podemos observar durante un duelo son:

Tristeza.

Alteraciones en el apetito y en el sueño.

Desinterés generalizado para realizar actividades y aquello que resultaba placentero.

Retraimiento.

La tristeza dentro del proceso de duelo suele ser muy similar al estado de ánimo de la depresión, pero a diferencia de una depresión moderada o aguda, está suele desaparecer en cuanto el duelo es superado. Además lo que ha sido mencionado antes es muy común en un trastorno depresivo por lo que es necesario siempre acudir a un especialista para recibir una guía clara de lo que se debe hacer.

Las tareas a elaborar dentro del proceso de duelo son inmensas. Afrontar perder algo o alguien que se ama, es una labor complicada y compleja que depende de una gran cantidad de factores que ayudan o impiden su elaboración, algunos de los factores son los recursos con los que la persona cuenta, los duelos pasados, la importancia de la persona que se pierde en la vida del doliente, las circunstancias en que se dan la pérdida.

Al inicio es normal sentir una gran serie de emociones y pensamientos : rabia, dolor, tristeza, vacío, falta de interés, sensaciones de vivir como en un sueño, negaciones de la realidad, bloqueó emocional como si no se sintiera nada. Y todas las emociones pueden surgir durante todo el proceso de duelo sin importar el tiempo que pasó desde la pérdida, por eso es muy necesario tener calma y control de los proprio pensamientos. Muchas personas sugerirán tomar ciertas acciones y es preciso ser muy cuidadoso en el momento de tomar los consejos, si se tienen dudas es mejor acudir a un especialista para que por medio de un acompañamiento terapéutico se logre avanzar en las etapas del duelo y elaborarlo de la mejor manera para evitar caer en un duelo complicado del cual ya hemos hablado anteriormente.

También existen cursos y talleres que ayudan al trabajo de la culpa, remordimiento, dolor pronunciado.

Identificar las emociones del duelo y su proceso ayudan a normalizar lo que se siente y generan un efecto de tranquilidad. Como se recomendó anteriormente hay que ser sumamente pacientes con uno mismo para poder elaborar el duelo de la mejor manera.